Juegos para niños y bebés: jugar para crecer

La importancia de los juegos infantiles.

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Desde los primeros meses de vida, la actividad lúdica ayuda a estrechar la relación entre tú y tu peque, que empieza a descubrirse a sí mismo y al mundo que le rodea. El proceso evolutivo del niño está fuertemente influido por los estímulos que le llegan del entorno. Divertirse con mamá y papá también es importante, porque permite que el pequeño aprenda imitando sus acciones, con efectos útiles para el desarrollo motor pero también para la autoconciencia y la autoestima.

La interacción del niño en los primeros meses de vida

Tan pronto como nace, se siente atraído por la cara de su madre y los colores brillantes. A los 2 meses entiende la relación movimiento-ruido, a los 3 agarra y mueve objetos. A los 5 meses ya tiene su objeto transicional. A los 6-7 meses empieza a entender que los objetos existen aunque no se vean. A los 9 meses agarra, toca y "saborea" todo lo que ve. Existen diferentes tipos de juguetes para bebés en el mercado, cada uno de los cuales se enfoca en un aspecto específico del desarrollo de su bebé y, por lo tanto, es adecuado para la edad de su pequeño.

Juguetes para bebés, propuestas aptas para todas las edades

Entre las muchas actividades, ¿cuál elegir para tu pequeño? A partir del tercer mes puede jugar con telas y papeles brillantes, para arrugar o rasgar, con materiales fríos o calientes o con sonajeros que hagan ruido. A los 5-6 meses puedes ofrecerle su primer peluche, y puedes introducir los primeros juguetes sensoriales para niños o los de acción. No olvides, para los más pequeños, también los juguetes para cochecito, una sana distracción a la hora de sacar al niño a pasear por la ciudad o al parque.

Juegos para niños en crecimiento: movimiento… y más

A partir del 2º año de vida, tu bebé también comenzará a aprender sobre la motricidad: correr, saltar, lanzar y aprender a mantener el equilibrio. El movimiento mejora sus habilidades motoras, refina la coordinación y promueve el equilibrio. Esconderse, patear la pelota, saltar sobre un pie o apuntar a los bolos: las actividades son infinitas. Alternando con entretenimientos más tranquilos, como los juegos de mesa para compartir en familia, son la base para un crecimiento equilibrado.