Cómo preparar la cuna del bebé

Lo primero en lo que se piensa cuando se prepara la habiación para que duerma el bebé es, sin duda, la cuna. ¿Es mejor la cuna o la camita? ¿Qué tipo de cuna elegir? Cuna o camita, es una decisión que depende de las preferencias específicas de los padres y del espacio disponíble en la habitación de mamá y papá; de hecho, recuerda que la ciencia recomienda que el recién nacido duerma en la misma habitación que los padres al menos durante los seis primeros meses de vida. Sea cual sea el producto que elijas, lo importante es tener en cuanta de que debe estar certificado segun las normas de calidad y seguridad vigentes: para las camitas, la norma de referencia es la EN 716, mientras que para las cunas la EN 1130:2019. También te recordamos que nunca deben utilizarse productos sin instrucciones, rotos o a los que le falten piezas.

La elección de una cuna o una camita va acompanhada de la compra de un colchón. Normalmente, cada modelo de cuna o camita tiene su colchón específico. En general, es importante tener en cuenta estas sencillas reglas a la hora de elegir un colchón:

• Asegúrate de que sea del mismo tamaño que la cuna, no debe caber más de un dedo entre el colchón y el borde de la cuna.

• Comprueba que tiene la consistencia adecuada, rígida. Para comprobar su firmeza conviene colocar la palma de la mano sobre el colchón: si la marca permanece, significa que el colchón es demasiado blando y no es adecuado, tanto porque podría hacer que el niño adoptar posturas incómodas durante el sueño como porque podría representar un peligro si el niño se gira boca abajo.

• Evita los colchones fabricados con rellenos blandos o moldeables, incluida la espuma viscoelástica.

Por último, recuerda que es mejor optar por fundas de colchón con esquinas para que queden bien sujetas y tirantes sobre el colchón.

Aquí tienes algunos consejos sobre la mejor manera de preparar la cama del bebé:

• Coloca el fondo de la cuna de modo a que los pies del bebé queden cerca del borde inferior. Así evitarás que el bebé se meta debajo de las sábanas en caso de que resbale hacia abajo.

• Utiliza una sábana bajera con esquinas para que también ésta quede bien sujeta.

• No coloques nada entre el colchón y la sábana bajera, como edredones o mantas, para suavizar la superficie.

• Coloca con cuidado la sábana encimera para que no sobrepase la altura de los hombros del niño. Es importante que no cubra la cara del bebé para evitar situaciones de peligro.