Cambio del pañal: ¿cómoy cuándo hacerlo?
Consejos para afrontar el cambio con tranquilidad
en este artículo:
- ¿Cómo cambiar el pañal?
- ¿Qué se necesita para cambiar un pañal?
- ¿Cada cuánto hay que cabiar el pañal?
- ¿Cuándo cambiar el pañal: antes o después de la toma?
- ¿Tu bebé llora cuando cambias el pañal? Consejos para calmarlo
El cambio de pañal es un momento fundamental en el cuidado diario de tu recién nacido, una oportunidad para garantizarle higiene y comodidad. A veces, sin embargo, puede parecer un reto, especialmente para los padres primerizos. Pero con los consejos adecuados, se convertirá en una actividad sencilla y gratificante. Veamos juntos los pasos más importantes para un cambio de pañal tranquilo y algunos consejos prácticos para gestionar esta rutina diaria con amor y atención.
¿Cómo cambiar el pañal?
En primer lugar, al igual que cuando bañas a un recién nacido, antes de empezar a cambiarle el pañal, asgúrate de tener todo lo necesario a mano: es importante que tu pequeño nunca se quede solo. Además, recuerda preparar el ambiente, de modo que esté bien caldeado y limpio.
A continuación, te indicamos cómo proceder:
- Lávate bien las manos: la piel del bebé es muy delicada y basta un mínimo contacto con gérmenes para provocar irritaciones.
- Coloca al bebé boca arriba sobre el cambiador: es importante que la superficie de apoyo sea suave y cómoda. Mantenga una mano sobre él en todo momento para evitar caídas.
- Dispe al bebé: quítale el body y retira la ropa del cambiador para que sea más cómodo proceder.
- Abre el pañal sucio sin quitarlo por completo: se es necesario, utiliza toallitas húmedas para eliminar la mayor parte de las heces.
- Quita el pañal y limpia el bebé: levanta las piernas del bebé por las pantorrillas y limpia el culito y la zona genital. Lava el bebé con agua tibia y utiliza un detergente íntimo específico para recién nacidos. Las zonas íntimas de los bebés son más propensas a sufrir irritaciones, infecciones y sequedad: por este motivo, es necesario elegir un detergente con pH ácido, sin espumantes agresivos, sin perfumes y con una presencia limitada de conservantes.
- Seca con cuidado: recuerda secar con toques suaves y sin frotar, prestando atención a cada pliegue de la piel para evitar irritaciones. No dejes la piel húmeda.
- Aplica la pasta protectora, útil para evitar irritaciones en las zonas en contacto con el pañal. Recomendamos una pasta calmante con un 10-15% de óxido de zinc.
- Preparar el pañal limpio: levantar las piernas del bebé y coloca el pañal limpio y abierto debajo de él; pasa la parte delantera entre los muslos y cierra las solapas, asegurándote de que no quede demasiado apretado.
- Envuelve el pañal sucio y tíralo a la bolsa correspindiente o, si tienes uno, al práctico contenedor de pañales.
- Lávate bien las manos después de cambiar el pañal.
Hay algunas reglas de oro que conviene terer en cuenta para limpiar eficazmente a tu bebé, dependiendo de su sexo. Al cambiar el pañal a una niña recién nacida, hay que lavarla de delante hacia atrás, es decir, de la vagina al ano, y no al revés, para evitar la contaminación con los gérmenes de las heces. En las primeras semanas de vida, es possible que observes secreciones vaginales: no las elimines, son consecuencia del efecto de la hormonas maternas transmitidas a través de la placenta y desaparecen espontáneamente en un plazo de 15 a 20 días
Cuando cambies el pañal al bebé varón, recuerda lavar bien la zona alrededor del pene. Al ponerle el pañal limpio, el pene debe quedar hacia abajo, para evitar que el pequeño se moje la barriguita al hacer pipí.
¿Qué se necesita para cambiar un pañal?
Para cambiar el pañal al bebé, necestiarás algunos elementos esenciales. Asegúrate de tener a mano estos productos básicos:
- Cambiador
- Agua tibia o toalhitas húmedas
- Detergente íntimo espacífico para bebés
- Toalla
- Crema protectora o calmante
- Ropa de cambio, si es necesario
- Una bolsa para el pañal sucio
Cada elemento contribuye a que el cambio de pañal sea limpio, cómodo e higiénico para tu pequeño.
¿Cada cúanto hay que cambiar el pañal?
Aunque no existen reglas precisas sobre la frecuencia, es importante cambiar el pañal del recién nacido con regularidad. Se recomienda cambiar el pañal cada 3-4 horas para prevenir irritaciones y molestias.
Es recomendable cambiar al bebé cada vez que se ensucie, aunque solo sea con orina. Huelga decir que, en caso de presencia de heces, hay que cambiarlo inmediatamente para evitar irritaciones. Especialmente al principio, es posible que tengas que cambiarlo hasta 10-12 veces al día. No te preocupes, es normal. Con el paso del tiempo, esta frecuencia desminuirá.
¿Y por la noche? Puedes hacer una excepción para no perturbar el sueño de tu pequeño, y tampoco el tuyo. Cámbiale el pañal antes de acostarlo, así le garantizarás un sueño tranquilo.
¿Cuándo cambiar el pañal: antes o después de la toma?
A menudo, los padres se preguntan si es mejor cambiar el pañal antes o después de la toma. Tampoco en este caso existe una regla, observa el ritmo de tu bebé.
Si suele quedarse dormido mientras toma el biberón, es recomendable cambiarle el pañal antes para evitar que se despierte. Si, por el contrário, hace sus necesidades inmediatamente después de comer, espera y cámbialo despúes.
¿Tu bebé llora quando cambias el pañal? Consejos para calmarlo
Para el bebé, el cambio del pañal puede ser un momento incómodo y estresante; si empieza a agitarse y a llorar en el cambiador, este operación puede llegar a ser incluso imposible. Para tu pequeño es una situación nueva y desconocida, por lo que es totalmente normal que se muestre inquieto. Si el recién nacido llora durante el cambio de pañal, hay algunas cosas que puedes hacer para tranquilizarlo:
- Asegúrate que el ambiente sea cálido y confortable.
- Habla suavemente a tu bebé, ofrécele contacto físico y utiliza juegos o sonidos tranquilizadores.
- Involucra a tu hijo en la rutina del cambio pidiéndole que agite un juguete o toque el pañal limpio.
- Intenta ser rápida y eficiente al cambiarlo para reducir la incomodidad del recién nacido, pero mantén la calma: el bebé es capaz de percibir tus emociones.
Recuerda que cada bebé es único, po lo que es posible que tengas que probar diferentes estrategias para encontrar la que mejor funcione para tu pequeño. Armaos de paciencia e intentad comprender las razones de su malestar.
