Recién nacido: Cómo debe dormir

Consejos para el sueño de tu bebé recién nacido: las claves para que las noches sean seguras y tranquilas.

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Proteger el sueño de los más pequeños es importante. Así lo recomienda el mundo de la pediatría, que ofrece una serie de pautas útiles para prevenir el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), pero también para evitar todas aquellas situaciones potencialmente peligrosas para el sueño del bebé en su primer año de vida. Aquí tienes algunos consejos sobre cómo y dónde dormir al recién nacido y tener un sueño tranquilo (¡y seguro!). Vamos a verlos juntos.

DEJA QUE EL BEBÉ DUERMA BOCA ARRIBA

La posición recomendada para que los bebés duerman en su primer año de vida es decúbito supino, boca arriba, sobre una superficie plana, rígida y no inclinada. Incluso en caso de reflujo o resfriado, se recomienda siempre la posición boca arriba sobre una superficie completamente horizontal. Recuerda que, para reducir el riesgo de plagiocefalia asociado al uso frecuente de la posición supina, se recomienda encarecidamente que el bebé haga “tiempo boca abajo” desde los primeros días.

LACTANCIA

La lactancia materna, además de ser muy recomendable por sus múltiples beneficios para la salud de la madre y el bebé, durante al menos los seis primeros meses de vida, se asocia a un menor riesgo de SMSL.

COMPARTIR HABITACIÓN Y COLECHO SEGURO

Compartir habitación con los padres tiene numerosos beneficios para el niño: reduce el riesgo de SMSL en aproximadamente un 50% y le ayuda a adquirir el ritmo correcto de sueño-vigilia. Para los padres, en cambio, facilita la lactancia, el cuidado y la vigilancia del recién nacido, transmite serenidad a la madre y fomenta el vínculo madre-hijo. No dejes que el bebé duerma en la cama contigo: coloca o sujeta la cuna junto a tu cama para que sienta tu cercanía y sea cómodo cuidarle. Por tanto, se recomienda encarecidamente el colecho durante al menos los seis primeros meses de vida o hasta el año si tanto la madre como el bebé lo desean.

SÁBANAS Y MANTAS

No utilices objetos blandos como almohadas, peluches o edredones, colchas, cojines de juguete, ni ropa de cama, como mantas o sábanas, en la cuna para el sueño del bebé. También hay que evitar las fundas de colchón acolchadas que ablandan la superficie de la cama; es mejor utilizar fundas de colchón finas que estén siempre bien tirantes y sujetas al colchón. Es preferible utilizar un saco de dormir para bebés o utilizar sábanas que estén firmemente sujetas bajo el colchón.

USO DEL CHUPETE

Se recomienda el uso de un chupete durante el sueño, tanto de día como de noche, para reducir el riesgo de SMSL. Ten en cuenta que no todos los chupetes son iguales: es preferible una forma ortodóntica, desarrollada para mantener la lengua en una posición alta y adelantada para favorecer el correcto desarrollo de la dentición, la boca y todas sus capacidades funcionales.

EXPOSICIÓN AL HUMO Y AL ALCOHOL

No expongas al bebé al humo durante el embarazo ni después del parto. No fumes en los ambientes donde vive y duerme el bebé. No consumas alcohol ni durante el embarazo ni después del parto.

NO TAPES DEMASIADO AL NIÑO

Evita las mantas o edredones voluminosos, es mejor vestir al recién nacido por capas, aproximadamente una capa más que la que llevaría el adulto. Puedes utilizar un saco de dormir especialmente diseñado para bebés. No coloques la cuna o la cama del bebé cerca de fuentes de calor. No le pongas gorro mientras duerme. Por último, recuerda ventilar bien la habitación en la que duerme el bebé.  

USO DE APARATOS DOMÉSTICOS

Por último, recuerda que los dispositivos disponibles en el mercado, como los vigilabebés o los monitores cardiorrespiratorios domésticos, no deben utilizarse para reducir el riesgo de SMSL. Son una ayuda valiosa para facilitar los cuidados del recién nacido, pero no tienen ninguna validez cuando se trata de dormir de forma segura.



Finalmente, recuerda vacunar a tu hijo con regularidad.