UN HOGAR ACOGEDOR Y A MEDIDA DE LOS NIÑOS: CÓMO ORGANIZAR EL BAÑO

Consejos prácticos para facilitar el uso del baño a los niños y hacerlos independientes

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El baño es un entorno fundamental para el cuidado personal y la higiene de nuestros hijos desde el primer día y se utiliza infinidad de veces al día. El cuidado personal es una actividad rutinaria que los niños pueden realizar por sí mismos en relación a su edad, si el espacio está dispuesto de forma funcional y accesible. Sin embargo, los baños, pensados para adultos, son incómodos para el adulto en el manejo del recién nacido e inaccesibles para los niños que se encuentran con continuos obstáculos físicos. Veamos cómo organizar el baño para que nuestros hijos sean independientes.

¿POR QUÉ ORGANIZAR UN BAÑO APTO PARA NIÑOS?

No nos resignemos a dejar las cosas como están y hacernos cargo de todo, esperando a que nuestros hijos crezcan lo suficiente como para ser independientes. En su lugar, permitámosles usar este entorno y dejemos que aprendan a valerse por sí mismos. Dado que no es posible intervenir en un baño existente, interviniendo con accesorios y estrategias, los niños pueden realizar por sí mismos gestos cotidianos que a veces consideramos triviales pero que para ellos son una herramienta importante para el crecimiento y el aprendizaje lúdico, con total seguridad y serenidad. Si, por lo tanto, gracias a la organización de la casa y los espacios, limitamos nuestras intervenciones dejando que los niños se independicen, haremos un bien para ellos pero también para nosotros.

LAVAR Y SECAR LA CARA, LAS MANOS Y LOS DIENTES

Los niños entienden muy bien que el lugar para lavarse las manos y la cara es el lavabo. Los lavabos de baño son demasiado altos para los niños, al menos hasta los 6-7 años, y la primera ayuda que podemos hacer es proporcionarles un soporte sobre el que subirse por sí solos para poder llegar a la altura del lavabo y que se pueda mover fácilmente. Las toallas deben colgarse a una altura adecuada: por lo tanto, se debe fijar un gancho bajo en el que poner las toallas a disposición de los niños, evitando así la intervención del adulto. Para animarles y facilitarles en el reconocimiento de sus toallas, se puede pegar una imagen de reconocimiento encima del gancho: una figura recortada, una pegatina o un dibujo o, como ocurre en muchas guarderías, si hay muchos niños viviendo en la casa, una fotografía asociada en lugar de cada niño; Por último, también podemos elegir un color o patrón que coincida con el niño y mantenerlo siempre.

AYUDAR A LOS NIÑOS A IR AL BAÑO

En los primeros días, cuando comienza la fase de "siesta", es bueno proponer a los niños el uso del orinal. Sin embargo, llega un momento en el que es necesario trasladar a los niños del orinal al inodoro, cuyo uso por parte de los niños es realmente difícil. En lo que respecta a la anchura, es necesario el uso del reductor de inodoro para redimensionar el asiento para que el niño no sienta la sensación de caída con su trasero, pudiendo así relajarse y concentrarse sin esta preocupación. En altura, en cambio, es necesario facilitar el uso del inodoro mediante el uso de una contrahuella o una plataforma, con la cual, no solo el niño puede llegar al borde sin tener que subir o pedir ayuda a un adulto, sino que también consigue mantener una posición correcta con los pies apoyados y las piernas "cuadradas". Por último, recordemos que si nuestro hijo tiene la oportunidad de entrar al baño y subir al inodoro por su cuenta, tiene la libertad de ir a hacer sus necesidades cuando perciba la necesidad.

LAVARSE EL CUERPO

Otra actividad casi diaria es lavar el cuerpo. Si debido a la limitación de espacio o a las necesidades familiares, no ha sido posible instalar una bañera es necesario utilizar la ducha, pero suelen estar diseñadas y utilizadas por adultos. El compartimento de ducha casi nunca es adecuado para que los niños lo usen de forma independiente.  Aunque a cierta edad son potencialmente capaces de lavarse solos, casi siempre son los padres los que se encargan de todos los pasos, principalmente debido a la inaccesibilidad de las herramientas y al temor fundado de que sus hijos puedan lastimarse o resbalar. Para ayudar a los niños, basta con organizar el entorno de tal manera que sean capaces de lavarse mientras les asistimos sin intervenir, en la conquista de su total autonomía. A nivel práctico, es necesario:

  • Coloca la ducha de mano a la altura del niño.
  • Dale al niño un punto de apoyo para que esté seguro y no corra el riesgo de caerse o resbalar.
  • Baja los jabones para que el bebé se lave enjabonándose y enjuagándose, manejando la situación de forma independiente.
  • Utilice dispensadores que sean fáciles y prácticos para los niños.
  • Añade un espejo a su altura para que pueda mirarse mientras se lava para limpiarse en todas las zonas del cuerpo y controlar el enjuague.

USO DEL SECADOR DE PELO

Dependiendo de la edad, el secador de pelo también puede ser utilizado por niños. Es mejor que no lo manipulen ellos, pero puedes asegurarte de que puedan secarse el pelo arreglándose solos sin tocarlo. Para ello, recomendamos introducir el secador de pelo en un soporte para la pared o en cualquier junta temporal estable, encenderlo y dirigirlo con el flujo de aire hacia los niños. De esta manera, secarse el cabello se convierte en un aprendizaje natural sin necesidad de buscar la ayuda de nadie: el aire está quieto y depende del niño permanecer debajo hasta que termine, mientras tanto es libre de darse la vuelta, alejarse un momento del aire caliente y peinarse solo. Incluso un corte de pelo largo y bonito no tiene por qué ser motivo de conflicto entre padres e hijos: el secado, por tanto, es un compromiso que debe apoyar al propietario del pelo largo, sin desacuerdos ni problemas. Nos toca a nosotros pedir esta responsabilidad a los niños que, cuanto más pequeños son, primero la aceptan como una actividad natural y evidente, parte del autocuidado.

Por último, un espejo a la altura de un niño también es indispensable: al mirarse al espejo, aprenden a controlarse y al mirarse a sí mismos, cuidan de sí mismos y de su limpieza personal. Para completar, es necesario preparar un armario, una estantería o -fijada en la parte inferior- que contenga objetos relacionados con la higiene y el cuidado personal como pañuelos de papel, pinzas para la ropa, peine y cepillo.