¡Fiebre de sábado noche!
Fiebre durante el fin de semana en el bebé: qué hacer y qué no hacer
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La fiebre en los bebés siempre es inesperada e inoportuna, sobre todo si se produce el fin de semana, lo que provoca ansiedad y problemas para los padres. Te damos unos cuantos consejos para afrontarla.
Tal vez por el cansancio acumulado durante la semana en la guardería o en preescolar, los niños casi siempre enferman en casa el fin de semana, echando a perder los planes familiares. Pero que esto no te ponga de mal humor: lo mejor es resignarte a la fiebre del sábado noche e intentar lidiar con ella lo mejor que puedas.
Vigila los síntomas y ten un termómetro a mano.
Ojos vidriosos, cara roja, frente caliente, inquietud y malestar general: estos son los primeros síntomas que anuncian la llegada de la temida fiebre en los niños.
Lo primero que debes hacer es descubrir cuánto ha subido realmente la temperatura del pequeño, así que ¡fuera miedos y echa mano al termómetro!
No intentes bajarle la fiebre al bebé a toda costa.
Lo primero que debes recordar es que no es necesario que intentes bajarle la fiebre al bebé como sea.
La fiebre no es una enfermedad en sí misma, sino una eficaz reacción inmune ante la presencia de una infección. Por eso, los fármacos antipiréticos solo deben administrarse si la temperatura supera los 38-38,5° y siempre tras consultar a un pediatra. Evita las prácticas caseras para bajar la fiebre.
Vigilancia permanente.
Para poder intervenir adecuadamente, es importante vigilar la evolución de la fiebre a menudo y durante todo el día, cosa que no siempre será fácil si, como suele ocurrir, el niño protesta, no quiere estar quieto o no coopera.
Puedes usar un termómetro de infrarrojos que detecta la fiebre con un alto grado de precisión. Con solo acercarlo o apoyarlo en la frente o la sien del bebé, mide la fiebre con gran velocidad sin molestarlo, pudiendo hacerse incluso mientras duerme.
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