Con el sol en los ojos

Protegerse de los rayos de sol es necesario para todas las personas, pero aún es más importante si se trata de un niño.

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¿Por qué el niño tiene que usar gafas de sol infantiles?

Los ojos del niño merecen una gran atención. Especialmente en los primeros años de vida.

De hecho, la exposición al sol puede causar daños graves, ya que la radiación ultravioleta actúa sobre sus estructuras oculares: los niños poseen el cristalino extremadamente transparente y no tienen una barrera natural contra los rayos UV.

Por lo tanto, es importante proteger los ojos sensibles del niño cuidadosamente. ¿Cómo? 

Gafas de sol y sombrero de un año.

Primer consejo:

  1. Cubrir siempre al niño de la luz demasiado brillante con un sombrero de ala ancha.
  2. Hacer que usen gafas de sol apropiadas: elegir lentes certificadas con buena calidad óptica, que puedan filtrar los rayos del sol y reflejos molestos. El agua, las rocas y la arena, pero también la nieve y el hielo amplifican el reflejo de la luz solar y pueden irritar y dañar los ojos con mayor facilidad.

Otras molestias a tener en cuenta son las alergias: las gafas de sol ayudan a proteger los ojos del niño del contacto con el polen, el polvo y los agentes atmosféricos y evitan que el niño se frote los ojos con las manos manchadas de tierra o arena.

¿Qué pasa si no quieres usarlas?

Solo un poco de firmeza y el ejemplo de mamá y papá: si los usáis vosotros habitualmente, el niño os imitará y las gafas de sol pronto se convertirán en una parte integral de su ropa. Involucrarlo en la selección del modelo. Asegúrate que las gafas de sol sean siempre suaves, flexibles y resistentes a los arañazos.